LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD


La ansiedad es una emoción que hace que una persona se ponga alerta y la motiva para afrontar situaciones difíciles. Prepara a nuestro organismo movilizando sus recursos físicos y psicológicos para que pueda salir airoso de cualquier situación que resulte amenazante.

Esta es la cara amable y adaptativa de la ansiedad. El problema surge cuando se generan excesivos niveles de ansiedad durante períodos  de tiempo prolongados y sobre todo cuando aparecen sin existir un peligro real u objetivo. Es aquí cuando la ansiedad deja de convertirse en una ayuda para afrontar problemas  y se convierte en fuente de malestar, sufrimiento y en los casos más graves de incapacidad; se produce lo que se denomina un TRASTORNO DE ANSIEDAD.  Lo que caracteriza a este tipo de trastornos es la presencia de síntomas de ansiedad, siendo éstos irracionales y excesivamente intensos, persistentes y perturbadores para la persona. Los trastornos de ansiedad son los trastornos psicológicos más comunes tanto en la población general como en los contextos psiquiátricos y pueden manifestarse de diferentes formas. Aquí haremos una pequeña revisión de los más comunes.

·         EL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA: aquí la ansiedad no se limita a ninguna situación particular, sino que se centra en una amplia gama de acontecimientos y situaciones (rendimiento laboral o escolar, asuntos familiares, etc). La persona que padece este trastorno se siente constantemente preocupada y en tensión. Los síntomas más comunes son: inquietud o impaciencia, irritabilidad, tensión muscular, alteraciones del sueño, fatigabilidad y dificultad para concentrarse. 

·         CRISIS DE ANGUSTIA O ATAQUE DE PÁNICO: son episodios de intenso miedo que aparecen bruscamente y en los que pueden manifestarse síntomas como palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado, temblor, sudoración, sensación de ahogo, dolor o molestia en el pecho, náuseas o malestar abdominal, miedo a morir, etc. Estas crisis pueden acabar provocando un TRASTORNO DE PÁNICO donde los ataques de pánico aparecen de forma inesperada, son recurrentes y provocan miedo en la persona por las consecuencias que pueda tener (por ejemplo creer que cuando aparecen las crisis se va a tener un ataque cardíaco). El trastorno de pánico puede presentarse con AGORAFOBIA, definida ésta como la ansiedad que aparece cuando la persona se encuentra en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil, o donde recibir ayuda en caso de sufrir un ataque de pánico puede ser complicado. Los miedos típicamente agorafóbicos suelen incluir estar solo fuera de casa, estar en lugares concurridos (teatros, restaurantes, centros comerciales), viajar en transportes públicos, conducir en autopistas, hacer cola en el supermercado, etc. Estas situaciones producen más ansiedad cuando la persona no está acompañada o cuando está lejos de casa y hace que estas situaciones sean evitadas o se aguanten con mucho malestar. El trastorno complicado con la Agorafobia es el cuadro más incapacitante de todos los trastornos de ansiedad.

·         LOS TRASTORNOS FÓBICOS: son reacciones de miedo intenso acompañado de evitación provocadas por situaciones reales o anticipadas que objetivamente no justifican tales respuestas. Existen tres formas básicas:
o   FOBIA ESPECÍFICA: es el miedo excesivo e irracional que se presenta ante un objeto o situación. Las personas pueden tener fobia a los animales o insectos,  a las tormentas, a los precipicios, al agua, a pasar por túneles o puentes, a entrar en ascensores, a viajar en avión, a conducir, a los espacios cerrados, a la visión de sangre o heridas, a las pruebas médicas, etc.
o   FOBIA SOCIAL: el miedo aquí está provocado por situaciones sociales en las que la persona se expone a desconocidos o a la evaluación de los demás. La persona teme ponerse nerviosa y ser humillado. Ejemplos de situaciones que provocan este intenso miedo son hablar en público, ser observado, interaccionar con desconocidos, ir a fiestas, comer y beber en público, etc.
La fobia específica y la fobia social suelen iniciarse en la infancia y la adolescencia y el trastorno de pánico entre los 20 y 35 años; en cambio la ansiedad generalizada puede aparecer a cualquier edad. Estos trastornos son más comunes entre las mujeres que entre los hombres.

Las causas de los trastornos de ansiedad son complejas y normalmente participan  varios factores: una predisposición biológica (herencia, alteraciones bioquímicas, hiperactividad del sistema nervioso, respuestas neuroendocrinas, hiperreactividad cardiovascular, etc), la personalidad de la persona, los sucesos estresantes pasados y presentes, las estrategias de afrontamiento, los procesos de aprendizaje, etc. Algunos de estos factores son difíciles de modificar y requieren tiempo e incluso el consumo de fármacos. Sin embargo, existen técnicas que pueden mejorar, aliviar y hacer que se supere el problema. En el siguiente artículo expondremos algunas de las técnicas más comúnmente empleadas para poder afrontar con éxito estos trastornos.